24 de Mayo del 2015, Abidjan, Costa de Marfil Muchos artículos han circulado en las redes sociales hablando del venezolano. Una mitad busca en sus escritos devolverle al venezolano su orgullo criollo, la segunda mitad denuncia una "hipocresía venezolana" en la cual los emigrantes serían unos traidores a la patria. Sin embargo, cabe destacar que la nacionalidad venezolana nos identifica como persona relacionándonos directamente a Venezuela, estemos en dónde estemos. No está escrito que para ser venezolano, para amar y recordar a su país, hay que vivir en Venezuela. Mudarse no debería ser una traición, mudarse es dejar una vida por detrás. Si uno pudiese satisfacer todas sus necesidades en su país natal, no habría razón para dejarlo todo. Irse del país es difícil económicamente, no solo porque tienes que mantenerte, sino porque no sabes cuando podrás regresar a ver a tu familia y a tus amigos de nuevo, destacando el hecho que viajar en Venezuela
Hoy, hace exactamente un año, un 18 de Diciembre, se inauguró la exposición de fotografía del curso de Retrato 2 dictado por Ricardo Peña, entre esas fotos se encontraban las mías: una búsqueda fotográfica que realicé acerca de la adolescencia. ‹‹Cuando empecé mi proyecto, el tema me llamaba la atención porque yo misma estoy pasando por esta etapa. Por esa misma razón me pareció importante incluir un autorretrato. Pensé que por eso sería más "fácil" tratarlo, pero con el tiempo cambie de opinión: fotografiar a las personas que me rodean diariamente, expresando algo que ni yo soy capaz de explicar o entender correctamente fue difícil. Mis fotos sólo son una muy pequeña parte de lo que quería transmitir, pero aún así espero que puedan reflejar las ideas más importantes como la rebeldía, o el hecho de descubrir cosas nuevas. Pienso que la adolescencia es un momento en el cual uno trata de definirse como persona imitando a otra para distinguirse o al contrario, pa