06 de Abril del 2014
Existen muchas maneras de
despertar correctamente, pero entre ellas no figura la de despertarse por culpa
del sonido de los gritos que provienen de tu ventana, de las cacerolas y de las
detonaciones debidas a la fuerte represión que hubo hoy en El Cafetal, en
Caracas. Desde las 5:00am más de 80
funcionarios de la policía nacional bolivariana (PNB) empezaron a lanzarle
bombas lacrimógenas y a dispararle perdigones a los jóvenes que protestaban y pernoctaban
en el cruce de Caurimare.
Mientras el tiempo iba pasando, los funcionarios seguían avanzando, y
pronto todo el boulevard del Cafetal se convirtió en un campo de guerra.
Aquellos disparaban a los edificios del boulevard y seguidamente empezaron a
hacer lo mismo en San Luis. Se calculan 14 heridos, 10 asfixiados y 20
detenidos en horas de la tarde, entre esos se encontraban algunos vecinos
detenidos en las puertas de su casa. También se supo que los de la GNB estaban
lanzando unas bombas lacrimógenas vencidas desde el año 1995.
El día fue largo, bajé alrededor de las 7am con el conductor de la
moto, Indy, y desde la calle Limón se veía la cantidad de humo que se acumulaba
en el aire. Varios motorizados estaban rodeando la zona y por esa misma razón,
Indy y yo nos devolvimos. Minutos después de haber llegado a mi casa, empecé a
escuchar varios gritos, y seguidamente las detonaciones se fueron agregando.
Mientras que se iban escuchando siempre más fuerte aquellos gritos y el sonido
de los perdigones disparados, llena de impotencia no hallaba la manera de
ayudar a las personas. Aquella represión se prolongó hasta las 12pm, y poco a
poco los datos del número de detenidos y heridos fueron viendo la luz en Twitter.
A partir de las 3pm empecé a tomar fotos en El Cafetal, interrogando a
las personas. Se sentía la tensión y la espera que había sentido unos días
antes en la plaza Altamira, estaban esperando a los guardias. Aún así a pesar
de todos los acontecimientos, era irónico ver la presencia del famoso heladero
que acompaña al venezolano en cualquier situación.
Al comienzo me acerqué a unas señoras que estaban hablando y les
pregunté lo que pensaban ellas acerca del hecho de dejar a sus hijos ir a
"guarimbear" como le dicen
aquí. Las señoras me respondieron que ellas también salen con los hijos para
defender al país, que llevan quince años queriendo un cambio y que necesitaban
que las demás personas salieran ellas también a protestar porque les hacía
falta gente. Como la mayoría de las personas, el problema principal por el cual
estaban reclamando era la inseguridad, querían un futuro mejor para sus hijos,
para que aquellos no tengan que vivir en un país en el que se suman 200.000
homicidios en los quince años que lleva el gobierno en el país y en el que la delincuencia
es una costumbre y un modo de "vida".
Desearon también hacer un llamado a todas las personas que no han protestado
-Existen muchas maneras de protestar, hay personas no pueden salir a la calle
pero les pedimos que encuentren su manera para colaborar con nosotros, el país
tiene que despertar y para eso necesitamos a cada uno de ustedes- quiso agregar
una madre.
Al seguir caminando por la zona en la que los jóvenes elaboraban
tácticas para defenderse en el caso en el que llegarían los guardias, me
encontré con un estudiante que tenía los nudillos heridos y le pregunté qué
cambiaría en el país si pudiese hacerlo -La gerencia- me contestó enseguida -La
gerencia porque el país está mal gerenciado, es un tema de no saber administrar
tanto los poderes como la economía. Debe haber más enfoque en la parte
económica, más enfoque en la parte social, debe haber gerencia y eso es lo que
nos hace falta. Esto llega al punto en el que está llegando por una falta de
gerencia. Evidentemente hay una ideología política y todos pensamos en un
cambio de "no socialismo", del chavismo
o el madurismo como lo podrás ver
hoy, pero en realidad el tema principal es la gerencia. Tú podrás pedir que se
vaya Maduro hoy y te pondrán a otro pero va a ser la misma gerencia, ellos creen
que es la más idónea para levantar a un país pero lo que está haciendo es
llevarlo al mismo nivel, pero a un nivel bajo. No hay un aprovechamiento de lo
que se quiere como cultura, como economía, como política, como sociedad. Hoy no
es posible vivir como estamos viviendo, debe haber un cambio, un cambio de
gerencia- agregó el estudiante.
También me explicó que estuvo ésta mañana desde las 6 y media, que había
sido fuerte vivirlo porque necesitaban mucho apoyo pero que mucha gente se
quedaba en su casa. Él entendía que la gente tuviese miedo pero como lo había
dicho anteriormente la señora, agregó que hay muchas maneras de apoyar a los
que se arriesgan en las calles porque ellos deben contar con los demás. -No
podemos tocar una corneta, levantar un pito y alzar una bandera pero después a
la hora de la verdad encerarnos en nuestra casa, cerrar los seguros y no
responder. Mucha gente dio la espalda hoy, no colaboraron cuando nosotros
estábamos ahí por ellos y fueron pocos los edificios que nos abrieron las
puertas para nosotros poder entrar. Dispararon bombas y perdigones hacia los
edificios: todo lo que se esperaba, porque ya las personas esperaban a que eso
sucediera. Hay que afrontarlo y si esta es la forma, pienso que ya pasábamos el
nivel de tolerancia-. Para quedarse hasta el final del enfrentamiento con los
guardias sin ser detenido explica que uno tiene que estar muy pendiente, muy
precavido, tiene que ser oportuno y evidentemente no dejarse llevar por la
pasión porque es mejor estar en las calles y seguir protestando que entregarlo
todo y ser detenido perdiendo muchas cosas, también afirma que hay que saber
administrar el momento, el espacio y las emociones para evitar equivocarse y
perder la estrategia. Mi última pregunta era acerca de la razón por la cual
seguían viniendo siempre, a pesar de la represión continua de la que son
victimas preguntándole si no le daba miedo seguir saliendo -Más miedo me da
vivir así- me respondió antes de yo poder terminar mi pregunta.
Conocí a otro estudiante que lleva más de un mes sin dormir en su casa
por culpa de las protestas, me explicó que en este momento para él lo más
importante es cambiar el régimen porque de tal manera lo estarían cambiando
todo para reestructurar al país. La libertad para él es tener el derecho a la
vida, destaca que eso es algo que no tenemos aquí en Venezuela en dónde tenemos
una "libertad ficticia", afirma que aquí uno sale a la calle teniendo
una supuesta libertad pero que en realidad uno está vigilado y que ahora
también están regulando la comida lo cual nos impide consumir cuanto queramos y
cuando necesitemos. -A mi ya me han matado panas, ya se han llevado y ya han
herido a demasiados amigos míos, a mi me hirieron, me han robado. A todo el
mundo le da miedo seguir saliendo pero tú solamente debes saber canalizar tu
miedo para actuar bien- agregó el estudiante diciendo que lo importante es que
las personas se unan al movimiento -A lo mejor no todos guerrean como yo o como
las otras personas que están aquí o en Santa Fe, o en toda Caracas, o en todas
Venezuela, pero quisiera decirles que se unan de alguna manera, de alguna
manera hagan su protesta y sigan colaborando, lo que se está buscando es que
haya un paro nacional y que esto cambie. Lo que me afecta a mi, también los
afecta a ustedes-.
"Si pudiesen cambiar algo en el país, ¿qué sería?" seguí
preguntándole a las personas. Cada uno me respondía algo distinto, pero siempre
terminaban con las mismas ideas: la inseguridad, la escasez, la inflación, la
censura, la represión, sumando otros problemas que encontramos en el país con
la presencia de este gobierno.
El día estaba se oscureciendo, y yo seguía recolectando las ideas de
cada uno. Mientras seguía dando vueltas por el boulevard del Cafetal, me
encontré con dos jóvenes que estaban hablando. Uno de los dos tenía una camisa
manchada de sangre con la cual se cubría la cara, y mientras tanto les pregunté
esa famosa pregunta -La corrupción, la inseguridad- me dijo uno -El sistema- me
dijo el otro -La mentalidad de las personas- siguió el primero, hasta que
finalmente ambos contestaron al mismo tiempo -La indiferencia-. Para aquellos
dos, la libertad es el hecho de salir a cualquier hora sin tener miedo de que
los maten, de que los secuestren, de que los roben y poder decir u opinar lo
que ellos quieran. La libertad es manifestar sin la represión con la que están
viviendo, pensar distinto a las ideas que maneja el gobierno y no ser
reprimidos, lo cual es para ellos una libertad principal: la libertad de
expresión de los medios, que no estén censurados o autocensurados como se están
manejando en estos momentos.
-La libertad de pensamiento y de palabra es la
principal libertad que tiene el pueblo- me dijo uno de los dos. -Yo estoy en la
protesta activa desde hace quince años, la protesta que estamos haciendo en
este momento desde el 12 de Febrero- agregó antes de que el segundo me explique
las razones por las cuales siguen en las protestas -Yo quiero a mi país, quiero
que el país sea diferente. Yo quiero vivir en la Venezuela en la que vivieron
mis abuelos-, y al preguntarles si aún así no les daba miedo seguir saliendo a
las calles me respondieron que les da mas miedo perder al país. -Yo no quiero
entregarle el país que merecen mis hijos a ésta gente. Reaccionen, vean que
esta manifestación es para sacarlos de las colas de las farmacias, para que
tengan subministro en los hospitales, para que tengan alimentos, para que sean
tratados como ciudadanos. No nos están tratando como ciudadanos sino como
borregos, despertemos- finalmente, recordaron que hace cincuenta años Cuba pasó
por lo mismo y no dijeron nada -Míralos donde están, nosotros no queremos esto,
yo no quiero eso- concluyeron.
Fue caminando entre la gente que ya se estaba concentrando en el lugar
con la llegada de la noche, listos para afrontar y resistir en contra de los
guardias, que logré entrevistar al último estudiante del día. Él cambiaría la
inseguridad -Es lo que más nos afecta, más que la economía, la inseguridad es
algo que nos afecta a todos. La cantidad de muertos y heridos que hay es impresionante,
eso sería lo principal: el desarme. El desarme y que se vayan los cubanos-. Es
la primera vez que venía al Cafetal, manifestaba desde el primer día en
Altamira, en Chacao, en Las Mercedes y en todas las marchas, la razón por la
cual seguía viniendo es por su hermano y por su mamá -Para que ellos tengan una
buena vida. Si sobrevivo, por mi hijos. A mi no me importa dar la vida por el
país-. Mi última pregunta fue "¿Tienes un mensaje que quisieras
transmitirle a los demás" y enseguida me respondió -Que salgan, los
necesitamos porque este es el momento. Este es el punto de salida y sin
retorno-.
La represión siguió en horas de la noche en Chacao con varios heridos
reportados debido a las bombas lacrimógenas. La situación del país está
convirtiendo la esperanza de un cambio por la desesperación de los jóvenes que
quieren hacer un llamado al país para recibir el apoyo que necesitan. Muchos
sufren por el país y algunos darían la vida por Venezuela, no están pidiendo
que sufran las mismas consecuencias, quieren que despierten. El país necesita
un cambio para no hundirse en un "agujero sin salida" como me dijo un
estudiante una vez. La salida está en la organización y en la unión, sin eso no
se podrá lograr alcanzar los objetivos.
No dejes que tu indiferencia mate al país.
-Isabel Bonnet
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